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Sea usted su mejor defensor en el cuidado de la salud antes que sea demasiado tarde

Tue 15 Oct, 2013 | Misceláneas by

Las posibilidades de necesitar cirugía crean estrés y mucho temor. A nadie le gusta la idea de recibir anestesia, a lo mejor anestesia total y permitir a  alguien, aún el cirujano con la mejor maestría, cortar nuestro cuerpo con un cuchillo. Es un tema muy serio y debería ser tratado como tal  por todos.

Con toda seguridad usted quiere  confiar  en su doctor y al hacerlo usted tiene, probablemente, una  razón valedera.

Mi firma representa los intereses de un joven llamado Joseph quien confió en su doctor y los doctores que condujeron sus estudios, al tiempo apropiado, recomendado los mejores tratamientos para su condición. Cuando Joseph tuvo la cita con su cirujano, él estuvo de acuerdo de tener la cirugía que el cirujano recomendaba para su condición.  Lo que Joseph no sabía era que este tipo de cirugía nunca se había realizado, anteriormente, en el hospital. Jopseph no sabía qué clase de complicaciones y cuál era el porcentaje mortal de riesgo para ese tipo de cirugía. Desafortunadamente, los médicos no le dijeron nada a Joseph, incluyendo que la condición que el sufría representaba una amenaza para su vida.

Todo lo que se le dijo a Joseph era que él era joven y la cirugía sería fácil e involucraba una estadía corta en el hospital. Joseph confió en sus doctores  y fue a cirugía para la reparación de la válvula aorta. Después de la cirugía Joseph vomitó mucho y su respiración era deficiente.

Los estudios posteriores a la cirugía mostraron signos siniestros indicativos de isquemia cardíaca.Esta información debería haber alertado a los médicos para tratar los síntomas de Joseph con emergencia. En lugar de ello se ordenó otro estudio llamado “stat”; electrocardiograma del tórax. El estudio “stat” significa que debe ser realizado inmediatamente. El cardiólogo que ordenó el estudio “stat” dejó el hospital después de ordenarlo y nunca retornó para leer el resultado. El cardiólogo violó la póliza y procedimientos del hospital los cuales requerían que el resultado de los estudios “stat” debía ser leído por el cardiólogo que lo ordenó, inmediatamente, después de haber sido completado.

No sólo el estudio no fue interpretado por el cardiólogo sino que fue leído incorrectamente por dos personas no cualificadas para leerlo: el técnico del electrocardiograma y el cirujano. El estudio mostró SEVERA insuficiencia aórtica ( fuera de los records) todavía,  el estudio fue interpretado por el técnico y el cirujano como mostrando una insuficiencia aórtica mínima. La insuficiencia era tan severa que hubiera sido obvia para cualquiera al interpretar el estudio. El paciente que ha tenido una cirugía de reparación de la válvula aorta NO debe tener severa insuficiencia aórtica. Ello era una emergencia médica obvia, clara e importante.

A la tardecita, el cirujano recibió un llamado del hospital dándole la noticia de que la condición de Joseph  había empeorado. El cirujano trató de reunir su equipo OR para poner a Joseph en una nueva  cirugía y reparar lo que se había hecho equivocado el día anterior.

El cirujano llamó al anestesiólogo de cirugía que era necesario para ese procedimiento por lo menos cinco veces a su teléfono celular. Los llamados no recibieron respuesta pues el anestesiólogo estaba afuera cenando. Por lo tanto la cirugía que salvaría la vida de Joseph se pospuso mientras se esperaba que el anestesiólogo terminara su cena. Finalmente el anestesiólogo llegó al hospital. Para el momento que el equipo OR se reunió para realizar la cirugía  Joseph estaba muy enfermo y murió.

Cuando nosotros revisamos por primera vez los records médicos nosotros obtuvimos poca información acerca de lo que realmente había pasado en el hospital y la razón por la cual un paciente tan joven había perdido la vida en una institución que se suponía debía protegerlo. Loa abogados Chris Searcy, Karen Terry y Mathew Schwencke sintieron que era importante, en este caso,  obtener los records de los llamados de los teléfonos celulares de todos los demandados  porque los llamados ilustrarían con más claridad la causa del atraso médico en la tragedia  de Joseph.

Nosotros creemos que fue un acto descuidado y sin importar la seguridad  de la vida de Robert al permitir el hospital que  el técnico del electrocardiograma interpretara un estudio tan crítico. Por lo tanto, nosotros nos dirigimos a poner cargos punitivos contra el hospital y otros demandados. Mientras la moción de los cargos punitivos estaban pendientes el caso entró a un acuerdo con una cantidad cercana al límite.

Desafortunadamente, la Legislatura de Florida en el año 2004 pasó límites sobre el dolor y daños  limitando a ellos a $1.000.000 de dólares, suma total por los doctores y $1.500.000 dólares por el hospital por caso de muerte por accidente. De esta forma, la mejor compensación que se podía obtener de esta mala práctica médica, fue $2.500.000 dólares, como resultado de los límites legales  establecidos. Nuestra firma todavía, está luchando y tiene la esperanza que la Corte Suprema de Florida declare esos límites inconstitucionales entonces los padres de las víctimas como los padres de Joseph pueden buscar y obtener una justicia total y merecida cuando alguien, que ellos aman, es equivocadamente e innecesariamente arrebatado  de sus vidas para siempre.

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