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Recordando un sueño…Gracias Dr. King

Tue 3 Sep, 2013 | Misceláneas by

Cincuenta años atrás un Gran Americano hizo un discurso que fue tan famoso como el discurso del Presidente Abraham Lincoln en Gettysburg.

Dr. Martin Luther King habló sobre un sueno, un sueño que él esperaba nos elevaría más allá de la pesadilla de la segregación, la violación de los derechos del americano de color y el despotismo desenfrenado en América. Un sueño en el cual él vio  a  todos los hombres y mujeres, libres, como hermanos y hermanas;  en el cual él vio que Estados Unidos entregaba lo prometido por la constitución,  por la sangre derramada por todos los estadounidenses negros y blancos; todos compatriotas.

En cierta forma nosotros hemos venido a la capital de nuestra nación hacer efectivo un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra República escribieron las palabras magníficas de la Constitución y de la Declaración de la Independencia, ellos estaban firmando un pagaré a cada americano, como heredero. Este pagaré era una promesa que garantizaba los derechos inalienables de por vida, libertad y búsqueda de felicidad a todos los hombres negros como también a los hombres blancos. Hoy, es obvio,  América ha roto su promesa a lo que concierne a los ciudadanos de color. En lugar de honrar esta  promesa cumpliendo con la obligación sagrada, América ha dado al Negro un cheque malo el cual ha sido marcado con “fondos insuficientes”.

Cuando yo era un niño, en los años 60’, la hermana de mi bisabuela Nanny recordaba que no hacía mucho tiempo las personas de color bebían en fuentes separadas, los niños negros concurrían a diferentes pero “supuestamente escuelas iguales”, que a  los hombres negros se les negaba cierta clase de empleos y ciertamente se usaban palabras de odio que eran aceptadas como parte del lenguaje. Ella también recordaba lo que su madre le había dicho acerca de la guerra civil y la razón por la cual fue luchada. Acerca de mi bisabuelo, quien fue a la guerra, luchó por la Unión porque “era lo correcto de hacer”. Ella recordaba que el hombre negro, que era su vecino Mosie Waynes, era uno de sus amigos más queridos y ella me enseñó acerca de la razón por la cual no debemos juzgar a un hombre por el color de su piel.

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