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Cuando la vida da un CÍRCULO COMPLETO

Tue 25 Aug, 2015 | Misceláneas by

A menos que usted haya sido un maestro, podría ser difícil que usted comprendiera esta historia porque cuando usted es un profesor de una escuela secundaria, los jóvenes se pueden  agrupar en unas pocas categorías:

  • Los jóvenes, quienes son inteligentes, trabajan fuerte, son amables y respetuosos, entregan sus trabajos, participan en clase y les importa hacer bien (usted pensaría después de leer todo lo que usted lee, que los jóvenes que esa clase no existen, pero sí, ellos existen en un número importante);
  • Los jóvenes, quienes son inteligentes, pero no trabajan fuerte, ellos no ocasionan problemas en clase, hacen sus tareas y tratan exhaustivamente que usted agrade de ellos, porque ellos creen que lo engañan a usted de alguna manera;
  • Los jóvenes, quienes no son inteligentes académicamente, no les importa la escuela, no hacen nada pero atienden clase la mayor parte de los días y entregan sus tareas , periódicamente;  sus tareas son aburridas tal como ellos se sienten y fracasan en clase;
  • Los jóvenes, quienes no son inteligentes académicamente, que pueden tener problemas económicos hogareños, trabajan muy fuerte más que ningún otro estudiante, son amables y respetuosos. Lo que se encuentra increíble que en la mayoría de los días, usted los trata con respeto y tiene ciertas esperanzas en ellos; ellos luchan con sus tareas o conceptos y carecen de confianza personal para participar en clase cuando no son motivados.

Yo he estado alejada de la profesión de enseñar por el término de 25 años, ´pero yo le puedo decir dos cosas: A mí me gustan, realmente, los jóvenes del grupo 1, pero yo AMO los jóvenes del grupo 4. Cuando yo era una profesora, el grado para aprobar la clase era 65. Los jóvenes del grupo 4 se podrían beneficiar por algo llamado CÍRCULO 65, lo que significaba: si un joven estaba fracasando en mi clase, pero había hecho todas las tareas que yo les había pedido a ellos de hacer, pero no tenía el promedio académico, yo podía redondear el 65 en la libreta de notas y aprobarlos en la clase. No era un regalo; era un reconocimiento por lo que ellos habían dado todo y yo respetaba y respondía de acuerdo a ello. Yo no dí muchos CÍRCULO 65 durante los 7 años de enseñanza, pero lo hacía porque se lo habían GANADO.

Muchas personas esperan poco de esos CÍRCULO 65, pero yo sí.

Más tarde, después de estos años, aunque yo no recuerdo que asiento ella ocupaba en mi clase, yo no puedo recordar si esta joven estaba en el CÍRCULO 65 o no, pero ella respondía a la descripción completa: ella creció en una familia de clase media, luchó toda su vida con las tareas escolares y apenas se graduó (ella lo logró al tomar una segunda clase de Educación Física, para lograr subir sus notas obteniendo el grado que ella necesitaba). En lugar de ir a la universidad, ella permaneció en su pueblo natal y obtuvo un trabajo para pagar sus gastos. Ésta no es una historia única.

Pero lo que el CÍRCULO 65 tenía, era corazón, algo que un montón de jóvenes carecían. Ella se convirtió a través de su vida de una joven insegura a una mujer, que hizo  lo mismo que ella había hecho esos días en la clase; ella dio todo. Ella organizó eventos colectando fondos para  ayudar a combatir el cáncer,  ayudó a extraños que habían perdido sus casas incendiadas, ella era la persona que sus amigos confiaban siempre, haciéndolos reír, hablando con ellos a través de sus problemas, compartiendo lágrimas y algunas veces compartiendo una cerveza fría con… en resumen: ella llegó a ser un ser humano extraordinario…

Después de toda la vida de ser obesa, dos años atrás, ella tuvo la cirugía de circunvalación  gástrica. Es una cirugía conocida de tener riesgos, pero, ella ahorró el dinero, tomó tiempo libre de su trabajo, tuvo la cirugía y perdió mucho peso. Ella estaba más delgada que nunca y ella lucía, maravillosamente, para el mundo de afuera. La cirugía causó problemas serios. Se presentaron complicaciones. El dolor abdominal era continúo.  Los tubos de alimentación eran demasiados dolorosos para permanecer en su lugar. Un cirujano hizo una segunda operación, otra y otra, pero el problema no se solucionaba. Ella fue dejada siendo capaz de comer sólo uno pocos bocados y aun así tenía que ser forzada para hacerlo.

Ser gorda no eras más una opción.

Eventualmente, ni tampoco ser delgada.

Después de unos meses de comer nada más que unos bocados, con un dolor abdominal intolerable y la lucha constante para seguir viviendo. Esta semana desconectaron  los fluidos alimenticios, ella fue trasladada a la casa  y más tarde llamaron al Hospicio.

Como abogada yo me hago muchas preguntas:

  1. ¿Hubo mala práctica por parte del cirujano, aun cuando se conoce que la cirugía gástrica de circunvalación trae complicaciones?
  2. ¿Podría algún otro doctor haber reconocido las complicaciones, más rápidamente, y haber cambiado el curso de esta mujer?
  3. ¿Es la Ley de Nueva York la misma que la Ley de Florida, donde si usted muere por mala práctica médica, pero usted no está casada, no tiene hijos, la legislatura estatal ve su vida sin ningún valor y nadie puede presentar una demanda en favor de las víctimas? Los doctores llaman, fríamente, a estos casos “muerte gratuita”.

Todo lo que yo sé es, que espero que alguien se haga estas mismas preguntas en favor a ella.

Facebook, nuestra manera de permanecer en contacto por muchos años y muchas millas, está lleno de tributos amorosos hacia esta mujer, explicando cuanto impacto hizo su vida y amabilidad en muchas personas.  

Como ser humano, yo me hago más preguntas: ¿Qué es lo justo de todo esto y cómo, uno de mis estudiantes, con un corazón  tan dulce y compasivo  podía, apenas, sostenerse de la vida?

Por consiguiente, como la vida se presenta inesperada y triste, en un círculo completo, como su profesora última yo le digo: “Con esa clase de vida usted ha ganado 100 puntos, bien merecidos.”

¡De la manera que yo siempre esperé!

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